Arte y arquitectura
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San Blas, originario de Oriente, fue un santo muy popular en Occidente.
Nacido en Armenia, San Blas vivió a finales del siglo III y principios del IV. Inicialmente obispo, era consultado por sus poderes curativos.
También fue patrón de los agricultores. Su culto se extendió a Italia en el siglo IV. En Borgoña, la presencia de sus reliquias está atestiguada en Cluny en el siglo XII.
© Centre des monuments nationaux / David Bordes
En Berzé-la-Ville, la historia de San Blas ocupa un lugar especial bajo el arco de la izquierda, en la parte central del ábside.
El pintor ha colocado dos episodios , uno encima del otro, para condensar la narración. En el registro superior, una mujer ofrece como alimento una cabeza de cerdo al santo encarcelado.
© Centre des monuments nationaux / David Bordes
En el registro inferior, asistimos a la ejecución del santo por decapitación.
En el espíritu cluniacense, la presencia de San Blas no sólo refleja el interés de los abades por Oriente y los orígenes del cristianismo, sino que también sirve para recordar los vínculos especiales que San Hugo había desarrollado con la abadía de San Blas , en el sur de Alemania.
© Centre des monuments nationaux / David Bordes